Nikita,
Nikita, Nikita, Nikita… Cuatro rostros para un mismo papel.
Dos películas y dos series de televisión. Ahí es nada.
Protagonista femenina,
fuerte y temperamental, algo que gusta y mucho.
Quizás prefieres quedarte
sólo con la de la película original. Quizás prefieres la Bridget Fonda de la adaptación americana. Quizás te gustó más la
protagonista de la serie canadiense, con una Nikita en plan guerrera nórdica. Quizás la versión asiática de la
serie usamericana. O quizás te quedas con las cuatro, porque ¿qué necesidad hay
de elegir?
Aquí va un resumen de todas
ellas, educadas para matar.
Nikita (1990)
El resto de protagonistas
son Tchéky Karyo, Jeanne Moreau, Jean-Hugues Anglade y Jean
Reno.
La historia es conocida:
Una
joven de 19 años desarraigada, pandillera y adicta a las drogas, es encarcelada
después de haber cometido varios robos y asesinatos. Pero las autoridades se
dan cuenta de que tiene algo especial que la hace diferente a los demás y que puede
convertirse en un arma mortífera. Por eso la incluyen en un programa secreto de
formación de sicarios donde la entrenan con dureza y le asignan una nueva
identidad: Josephine. Desde ahora, su misión será matar en beneficio de los
intereses del gobierno francés.
Bueno, ése es el punto de
partida, después se enamora, se plantea dejarlo todo atrás y acaba liándola parda.
Premio Cesar (los Oscar
franceses) a la protagonista. Merecido.
Point of No Return (1993)
Bridget Fonda cumple en el papel, aunque hay que reconocer que tenía muy buen espejo en el que mirarse.
Como curiosidad, Harvey Keitel interpreta a Victor el
limpiador, un papel muy parecido al que interpretó posteriormente en Pulp
Fiction, en esa ocasión mucho
más cachondo y efectivo.
La Femme Nikita (1997-2001)
Emitida por Telecinco a horas intempestivas, y
posteriormente en Cuatro, esta
versión de Nikita en la pequeña
pantalla rodada en Canadá tuvo 5 temporadas.
Como era de esperar, a lo largo de las temporadas juegan con la tensión sexual entre la protagonista y su agente instructor, Michael Samuel, hasta que se lían y tienen que ocultar su amorío a la Organización. En la serie hay de todo: culebrón, explosiones, muertes a destajo, traiciones, ordenadores con millones de teclas que nadie ha utilizado nunca…
El punto de partida no es el mismo que el de las otras versiones, aunque parecido. Por un lado tenemos una organización llamada División, supuestamente con la función de proteger los intereses del gobierno de Estados Unidos combatiendo el terrorismo por medio del espionaje. Sin embargo, ha acabado corrompida hasta tal punto que ellos son realmente los que deciden quiénes serán los objetivos a eliminar, criminales o inocentes. Porque trabajan casi como una empresa privada, sacando pasta de todos lados. Se nutre de jóvenes conflictivos, acusados y condenados a muerte, a los que dan una nueva identidad, moldean e instruyen para conseguir sus fines (léase, pelar al macareno de turno).
Y aquí aparece Nikita. Antigua agente de campo, abandonó División después de enamorarse de un civil, asesinado después por la organización. Tras mantenerse oculta durante los tres últimos años, vuelve con ansias de venganza y un objetivo claro: destruir División. Para ello cuenta con una recluta a quien ha logrado infiltrar, Alex, una ex drogadicta que también tiene una deuda personal con División, pues ellos asesinaron a sus padres años atrás. Aquí también está Michael, que se enamora de ella y se une a ella para acabar con la organización.
A ver cuánta cuerda tiene
esta historia.