jueves, 13 de diciembre de 2012

Catorceavo golpe de katana. Educadas para matar.

Nikita, Nikita, Nikita, Nikita… Cuatro rostros para un mismo papel. Dos películas y dos series de televisión. Ahí es nada.
 
Protagonista femenina, fuerte y temperamental, algo que gusta y mucho.
 
Quizás prefieres quedarte sólo con la de la película original. Quizás prefieres la Bridget Fonda de la adaptación americana. Quizás te gustó más la protagonista de la serie canadiense, con una Nikita en plan guerrera nórdica. Quizás la versión asiática de la serie usamericana. O quizás te quedas con las cuatro, porque ¿qué necesidad hay de elegir?
Aquí va un resumen de todas ellas, educadas para matar.

 
Nikita (1990)
Película franco-italiana escrita y dirigida por Luc Besson, el llamado Spielberg francés. Fue protagonizada por Anne Parillaud interpretando a una asesina del gobierno francés. Es algo así como una especie de Michael Knight, ya sabéis, por lo de que es un hombre que no existe en un país lleno de peligros, aunque en versión femme fatale.
 
El resto de protagonistas son Tchéky Karyo, Jeanne Moreau, Jean-Hugues Anglade y Jean Reno.

La historia es conocida:
 
Una joven de 19 años desarraigada, pandillera y adicta a las drogas, es encarcelada después de haber cometido varios robos y asesinatos. Pero las autoridades se dan cuenta de que tiene algo especial que la hace diferente a los demás y que puede convertirse en un arma mortífera. Por eso la incluyen en un programa secreto de formación de sicarios donde la entrenan con dureza y le asignan una nueva identidad: Josephine. Desde ahora, su misión será matar en beneficio de los intereses del gobierno francés.

 
Bueno, ése es el punto de partida, después se enamora, se plantea dejarlo todo atrás y acaba liándola parda.
Premio Cesar (los Oscar franceses) a la protagonista. Merecido.

 
Point of No Return (1993)
Ya sabéis cómo funcionan las cosas en Hollywood. Si algo funciona, pues se compra y se hace de nuevo en versión americana, con todo bien masticadito para que nadie tenga ninguna duda de lo que está pasando. En este remake, dirigida por John Badham (traducción literal: jamón del malo) encontramos un cálculo casi literal de la película, cambiando los escenarios franceses por los yanquis (como por ejemplo el retiro de la prota como agente dormida o durmiente a Los Angeles, en lugar de París).

Bridget Fonda cumple en el papel, aunque hay que reconocer que tenía muy buen espejo en el que mirarse.
 
Como curiosidad, Harvey Keitel interpreta a Victor el limpiador, un papel muy parecido al que interpretó posteriormente en Pulp Fiction, en esa ocasión  mucho más cachondo y efectivo.

 
La Femme Nikita (1997-2001)

Emitida por Telecinco a horas intempestivas, y posteriormente en Cuatro, esta versión de Nikita en la pequeña pantalla rodada en Canadá tuvo 5 temporadas.
Aquí la cosa cambia. La protagonista, interpretada por Peta Wilson, es acusada por un crimen que no ha cometido y condenada a muerte. Entonces es rescatada por una organización secreta gubernamental conocida como "Section One", el grupo antiterrorista más secreto del mundo. Lo curioso del asunto es que acostumbran a recurrir de forma habitual al secuestro, la tortura y el asesinato para alcanzar sus fines. Incluso están dispuestos a matar a algunos de sus propios agentes si no sigue sus reglas.

Como era de esperar, a lo largo de las temporadas juegan con la tensión sexual entre la protagonista y su agente instructor, Michael Samuel, hasta que se lían y tienen que ocultar su amorío a la Organización. En la serie hay de todo: culebrón, explosiones, muertes a destajo, traiciones, ordenadores con millones de teclas que nadie ha utilizado nunca…

 
 Nikita (2010-?) 
Serie de televisión usamericana, que a día de hoy ya va por su tercera temporada. La cosa parece que todavía da de sí. Está protagonizada por la actriz de origen asiático Maggie Q, que ya de por sí suena a nombre de agente secreto.

El punto de partida no es el mismo que el de las otras versiones, aunque parecido. Por un lado tenemos una organización llamada División, supuestamente con la función de proteger los intereses del gobierno de Estados Unidos combatiendo el terrorismo por medio del espionaje. Sin embargo, ha acabado corrompida hasta tal punto que ellos son realmente los que deciden quiénes serán los objetivos a eliminar, criminales o inocentes. Porque trabajan casi como una empresa privada, sacando pasta de todos lados. Se nutre de jóvenes conflictivos, acusados y condenados a muerte, a los que dan una nueva identidad, moldean e instruyen para conseguir sus fines (léase, pelar al macareno de turno).

Y aquí aparece Nikita.  Antigua agente de campo, abandonó División después de enamorarse de un civil, asesinado después por la organización. Tras mantenerse oculta durante los tres últimos años, vuelve con ansias de venganza y un objetivo claro: destruir División. Para ello cuenta con una recluta a quien ha logrado infiltrar, Alex, una ex drogadicta que también tiene una deuda personal con División, pues ellos asesinaron a sus padres años atrás. Aquí también está Michael, que se enamora de ella y se une a ella para acabar con la organización.
 
A ver cuánta cuerda tiene esta historia.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Treceavo golpe de katana. Prepara tres cajas.

Con esta entrada pretendo hacer un pequeño homenaje a una de mis películas favoritas: Per un pugno di dollari (en español: Por un puñado de dólares) dirigida en 1964 por Sergio Leone y protagonizada por el gran, incombustible y acojonantemente bueno Clint Eastwood, además de Gian Maria Volonté y Marianne Koch, entre otros.

Aunque no fue el primer western italiano, sí asentó las bases del spaghetti western como género cinematográfico y lanzó a la fama tanto a su protagonista como a su director. Es la primera entrega de la Trilogía del dólar, y como en todas ellas y muchas de las siguientes películas de Leone, nos ofrece una inigualable e inconfundible banda sonora a cargo de Ennio Morricone.

Como muchos saben, fue rodada en España, principalmente en el poblado ya desaparecido Golden City, situado en Hoyo de Manzanares (Madrid), así como en el Parque Natural de Cabo de Gata (Almería).

Lo cierto es que Leone se lo montó muy bien. Hizo una especie de remake de Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa, y a pesar de utilizar escenas casi idénticas, consiguió hacerse el loco y no pagar los derechos de adaptación, lo que le provocó problemas legales y la posterior cesión de parte de los ingresos. Pero eso ya es historia, porque nadie pone en duda este gran peliculón.

Aquí tenemos al Hombre sin Nombre, un cazarrecompensas que llega a un poblado con dos gallos para un único gallinero, los Rojo y los Baxter. Y la lía parda. Con su inconfundible poncho, su cigarro italiano apretado entre los dientes y su gatillo fácil.

A continuación tenemos uno de los muchos duelos que se ven en la película, donde el protagonista deja bien claro que no ha venido a ver la vida pasar. En esta escena podemos disfrutar de la música de Morricone, un tráveling cargado de chulería, primeros planos de tíos desagradables y el sonido de unas balas que revientan los tímpanos.

 

Como curiosidad, la película de Walter Hill Last Man Standing (El Último Hombre, 1996) es otra vuelta de tuerca más a la misma trama, esta vez en plena época de la ley seca con Bruce Willis moviéndose entre dos aguas. Peliculón.